El arquitecto y urbanista señala que la solución toma de 20 a 30 años
Santo Domingo.- A propósito de
las inundaciones ocurridas el pasado 4 de noviembre, que provocaron la muerte
de 9 ciudadanos y significativos daños materiales, el arquitecto y urbanista
Marcos Barinas Uribe compartió las razones por las cuales se inundó la capital
dominicana.
“La ciudad de Santo Domingo se
inunda porque tenemos varias décadas de negligencia con el tema de los sistemas
de drenaje, no solo el pluvial, que fue el protagonista de los eventos del
viernes 4 de noviembre, sino también el sanitario que de alguna manera siempre
tiene prioridad”, explicó Barinas Uribe.
Señaló que la zona tiene la
gracia de tener una ubicación privilegiada porque Santo Domingo está frente al
mar y la topografía (la manera en la que se comporta el suelo) va bajando hacia
ese mar: “De manera que, la mayoría de las aguas superficiales de lluvias bajan
por gravedad hacia afuera de la ciudad, y lo mismo ocurre con la
contaminación”.
“Si fuéramos una ciudad en un
valle, pues estaríamos hasta el cuello de agua y contaminación”, explicó
Barinas Uribe, quien reiteró que “somos privilegiados porque toda esa agua y la
contaminación tienen salida hacia el mar.
Sistema de drenajes está muy mal
Al retomar el porqué de las
inundaciones aquel viernes 4 de noviembre, durante su participación en el
programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martìnez
R., cada sábado por Entelevisión a las 9:00 de la noche, manifestó que el tema
de los drenajes está tan mal, que aún teniendo la zona una ubicación tan
privilegiada, pues se puede inundar, como ocurrió hace días.
Al preguntarle que si había un
referente de lo que ocurrió el pasado 4 de noviembre tras intensos aguaceros
provocar inundaciones en zonas en donde nunca habría ocurrido, Barinas Uribe
comentó que “de inundarse, siempre ha pasado”, pero que la diferencia en esta ocasión,
precisamente, es que se desbordaron las calles de agua en localidades en donde
nunca había ocurrido.
Señaló que resolver el problema
del drenaje pluvial y sanitario, un tema de décadas, tomaría a las autoridades
de 20 a 30 años, al resaltar que existe un plan al respecto.
“Existe un plan para el
alcantarillado sanitario que hizo la Corporación de Acueducto de
Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD), institución a cargo, tanto del
drenaje sanitario como del alcantarillado pluvial y el acceso al sistema básico
de aguas potables”, informó.
Dijo que ese plan existe hace 20
años con un horizonte de préstamo vía el
BID de 750 millones de dólares y que se han hecho algunas cosas, lo que explica
que no es que no se está trabajando en soluciones al drenaje sanitario de la
ciudad.
“Ustedes han visto ahí el Parque
Memorial de la Charles de Gaulle, que se hizo una subestación de mantenimiento
y tratamiento de agua, eso es parte de ese plan. También en las afueras de la
ciudad hay unas barreras de salinidad… Hay ciertos proyectos que se han ido
elaborando, pero no es suficiente”, manifestó el arquitecto y urbanista.
Lo que no se ha hecho y debe tomarse en cuenta
Señaló que hay otros temas
sectoriales que hay que tomar en cuenta también, como es el caso de los ayuntamientos,
que deben seguir avanzando en aspectos que no tienen que ver con necesariamente
con ese plan, sino que involucran tópicos a escala de la ciudad completa.
“Santo Domingo es una ciudad de
cinco millones de habitantes que está divido en 12 municipios… son 12
autoridades que toman decisiones en cada una de sus localidades, cada cual con
su agenda y muchos de partidos políticos diferentes”, razonó Barinas Uribe.
Recordó que las alcaldías son los
gobiernos de las ciudades, pero como Santo Domingo no es el ámbito de una
alcaldía, sino de 12, hay temas que superan el problema de un municipio, como
el caso del del tránsito, por ejemplo: “tú puedes ser el mejor alcalde del DN,
pero si Santo Domingo Este (SDE) te está mandando 300 mil vehículos diarios, tú
no resuelves nada como ayuntamiento de un municipio, ahí es que viene la
importancia del ordenamiento territorial”.
Dice es necesaria la ley de ordenamiento territorial
Marcos Barinas Uribe señaló que
esos problemas expuestos ameritan la aprobación de la ley de ordenamiento
territorial que ha sido bombardeada en el Congreso porque hay muchos intereses
a los que “el orden” no les interesa y “estas complejidades de la ciudad solo
se resuelven con el ordenamiento territorial”.
Señaló que otro aspecto a resaltar
con lo que ocurrió el pasado viernes 4 de noviembre y el diluvio, es lo que
respecta a la planificación urbana, aspecto en el que dijo, no se está haciendo
mucho y que lo ocurrido en el polígono central se deriva, primero de un
territorio.
“En los años 70 el polígono
central era un desarrollo de viviendas aisladas, casas en un solar, con un
patio posterior y frontal y cuando llueve, el agua que cae del cielo, su ciclo
natural es que cae en el piso y va a querer ir al subsuelo y cuando no
encuentra ese suelo natural trata de buscar por donde salir”, explicó.
Manifestó que en esa época el
sistema de drenaje pluvial era suficiente, compuesto de contenes, un imbornal y
filtrante, pero que ahora es rudimentario: con un contén, cuneta donde se
dirige el agua hacia una parrilla y dentro de la misma hay un tubo que inyecta
el agua al subsuelo, que en los años 70 y 80 funcionaba para la densidad y el
patrón que había.
“Pero ahora, con todos estos
proyectos de torres, nuevos espacios públicos donde se han robado todas las
aceras y donde el sistema vehicular y los parqueos son más importantes que los
espacios de la gente, el agua cae y no tiene a dónde ir… qué hace: va a la
calle a inundarla”, explicó.
Añadió que ese exceso de
pavimentación ha provocado que el sistema de drenaje sanitario de Naco,
Piantini, Serrallés, Evaristo Morales, Paraíso, etcétera, es insuficiente para
resolver ese problema y es, increíblemente vulnerable, porque hasta con una
botellita que se tire en un contén, se puede tapar el filtrante.
Tres niveles en los que hay que trabajar
El arquitecto y urbanista Marcos
Barina Uribe explicó que hay que trabajar en tres niveles para buscar solución
a las inundaciones y mejorar la ciudad: el global, con el ordenamiento
territorial; el de las autoridades, que deben trabajar en mejorar la ciudad con
planes a favor de los drenajes pluvial y sanitario, así como los ayuntamientos
con las normativas y los planeamientos urbanos; y lo que concierne con el
cambio climático.
Manifestó que debe trabajarse una política local con el ordenamiento territorial
que implique hacia dónde deben crecer las ciudades, porque entiende que en el
país se construye hacia cualquier lugar, incluso hasta los que se inundan, como
el caso de los cauces de los ríos, cañadas, etcétera.
Señaló que de lo que está seguro es que va a
llover más y hay que tomar en cuenta que Santo Domingo no es la ciudad de
antes.
Cuestionó la permisividad de las
autoridades en cuanto a dejar hacer lo que quieran en cuanto a la planificación
urbana, al señalar que “lo que exige el sector privado es que empecemos a
construir y después veamos lo que ocurre, como ocurrió el viernes 4 de
noviembre”.
Sectores populares tienen drenaje sanitario, no se inundaron
Esta ciudad tiene drenaje
sanitario en los sectores más populares, Villa Juana, Villa Francisca, el
Ensanche Ozama, Ciudad Nueva… esos barrios que también han sido abandonados por
décadas por los ayuntamientos, no se inundaron, con un drenaje bastante viejo.
“El urbanismo no se equivoca, por
ejemplo, Villa Francisca fue diseñada en 1912 y ese proyecto fue el que
introdujo todo ese sistema sanitario, porque estamos hablando de que en el
siglo XIX fue que se empezó a planificar urbanamente y esto fue importado desde
Europa”, explicó.
Reiteró que es necesaria una ley
de ordenamiento territorial que obligue a los ayuntamientos a planificar su
crecimiento de manera ordenada, no por el sector privado impulsando sus
intereses, sino los de la nación.
Llamó a entender que el
crecimiento económico es deseado, pero que el mismo tiene que estar acompañado
del bienestar físico de las personas, donde el drenaje pluvial y sanitario es
necesario y prevalezca el sentido de “yo no quiero una gran torre, que no tenga
esto”.
Finalmente, reiteró que la ley de
ordenamiento territorial es clave y que Santiago es un ejemplo: “Santiago y
Moca son una sola ciudad, ahí existen las tierras más fértiles y eso se está
llenando de casitas y estamos desperdiciando las oportunidades que brinda el
territorio, con áreas agrícolas… porque mientras más casitas, menos agua va al
subsuelo”.
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